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¿Ansiedad? Soluciona tu hambre emocional

Cuando estoy nervioso, triste, tengo ansiedad... me da por comer, descontrolo lo que como, me apetece algo dulce...

¿POR QUÉ COMES MÁS CUANDO TE SIENTES ANSIOSO?

La ansiedad es un síntoma de que algo te preocupa (el trabajo, la familia, los estándares
sociales, la pareja, etc.) y está generando una emoción, pero al no utilizar las herramientas
adecuadas desencadena en una respuesta rápida que te relaja momentáneamente:
la comida. En este caso el acto de comer no tiene una función nutricional, sino que
es un “efecto secundario” provocado por la pérdida de control del proceso natural de
alimentarnos, así que vamos a enumerar algunas diferencias entre el hambre emocional y
el hambre fisiológica (o hambre real) para poder identificar estas conductas, anticiparnos
y así poder gestionar la ansiedad con otras estrategias.

Si identificamos una situación de hambre emocional tenemos que actuar inteligentemente.
Racionalmente sabemos que comer no nos va a quitar los problemas, por lo que debemos
plantearnos ¿para qué comer? No es una solución ni mucho menos, y muchas veces puede
convertirse en un gran obstáculo: la pérdida de control con nosotros mismos hacia la
comida.
Ante situaciones de hambre emocional debemos buscar e identificar el motivo por el
cual nos sentimos ansiosos. Buscarle solución será clave para mitigar esa sensación. Unos
cuantos trucos para reducir la ansiedad y no caer en la comida emocional son:

En definitiva se trata de buscar tareas o actividades placenteras que supongan una
liberación de estrés y unos momentos dedicados sola y exclusivamente para ti.
En el caso de que no te vieras capaz de afrontarlo solo/sola siempre tienes a tu disposición
muchos profesionales en el ámbito de la salud psicológica que estarán encantados de
ayudarte. Al igual que vamos al médico cuando nos duele algo también es importante
curar los dolores que llevamos por dentro.